Los personajes son el elemento dramático más importante con que cuenta el guionista para desarrollar su historia. Es, por lo tanto, imprescindible dominar su creación y construcción.
El siguiente ejercicio consiste en crear personajes, darles forma y familiarizarse con ellos. Se puede hacer como “gimnasia” creativa, para mejorar como guionista, pero también es un buen recurso para cuando estás bloqueado.
No es necesario hacerlo de una sentada, se puede realizar en varias etapas, ya que consta de 3 partes bien diferenciadas:
1. Crea y describe seis personajes:
a) Piensa seis nombres de persona (tres femeninos y tres masculinos). No te entretengas mucho en seleccionarlos, quédate con los primeros que te vengan a la cabeza.
b) Imagina cómo son estos personajes y descríbelos en veinticinco palabras (o menos) que definan su carácter. Olvídate de su físico, lo importante es cómo son por dentro, cómo actúan, cómo ven la vida. Por ejemplo:
– Marta: Es ruidosa, habla en voz muy alta y se cree todas las noticias que ve en televisión. Le gusta ser el centro de atención.
– Rubén: Tímido y poco sociable, es un conspiranoico que, aunque de trato amable y educado, detesta su trabajo porque le obliga a tratar con demasiada gente.
Una vez tengas tus seis personajes, pasa a la segunda parte del ejercicio:
2. Escribe un monólogo interior de cada personaje:
Redacta un monólogo interior como los muchos que cada uno de nosotros realiza diariamente mientras camina por la calle, quita el polvo de los muebles o espera en la consulta del médico.
No te demores demasiado en decidir qué tienen que pensar tus personajes, simplemente escribe lo que se te vaya pasando por la cabeza, de forma automática. No importa si, a medida que vas avanzando, surgen contradicciones o incoherencias: se trata de que exteriorices todo lo que se te vaya ocurriendo, que dejes volar tu imaginación y ejercites tu creatividad.
Una vez hayas terminado, lee lo que hayas escrito y elimina lo que no te sirva: quita incoherencias, clichés y todo lo que no te guste o no te parezca correcto. Reduce cada monólogo a un máximo de 250 palabras.
Esta parte del ejercicio te habrá servido para familiarizarte con tus personajes y para espolear tu imaginación.
3. Crea una situación en la que intervengan los seis personajes y desarróllala en una escena.
No se trata de que escribas un cortometraje ni una historia con planteamiento, nudo y desarrollo. Sólo tienes que imaginar una situación en la que tomen parte los seis: Un viaje en autobús, la sala de espera de un dentista, un accidente de automóvil, un banquete de bodas, etc.
Tampoco es necesario que todos tengan la misma importancia ni participen en la misma medida. Unos pueden tener más protagonismo que otros y no es imprescindible que todos interactúen entre sí.
El objetivo de esta parte del ejercicio es que te familiarices con los personajes, que los “veas” moverse y los “oigas” hablar para que luego seas capaz de hacerlos actuar y reaccionar con naturalidad en tu guion.
Como ya he escrito en el inicio, este ejercicio no sólo sirve como práctica para mejorar tu escritura, también puede ser una manera de superar el bloqueo creativo y acabar escribiendo un guion completo.
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