Showrunners: Cuando el guionista tiene el poder

Showrunners_1180x520

Showrunner “es un término de la industria televisiva norteamericana que designa a la persona responsable de supervisar los procesos de escritura y producción de una serie de televisión y de controlar que cada episodio se entregue en el plazo y con el presupuesto fijados por el estudio que produce la serie y la cadena que la emite”. Así define esta profesión el documental «Showrunners», dirigido por el irlandés Des Doyle.

Décadas atrás, estas tareas eran llevadas a cabo por dos personas diferentes: el productor ejecutivo y el jefe o coordinador de guionistas.

Hoy en día, lo habitual en las series de más éxito y prestigio es que la producción ejecutiva y la coordinación de guionistas estén a cargo de una sola persona, el showrunner, y éste es el guionista creador de la serie, aquel que tuvo la idea original y desarrolló el proyecto.

Shorunners.2

Si eres un apasionado de las series y te apetece ver cómo se hacen, el día a día de los que las crean, escriben y las hacen posibles, te gustará “Showrunners”, un documental cuya elaboración duró casi tres años y que se financió por medio de una campaña de crowdfunding.

“Showrunners” empieza cuando Hart Hanson (creador y showrunner de “Bones”) conduce a primera hora de la mañana desde su casa al estudio de televisión y continúa acompañándolo a lo largo de su jornada en sus reuniones con el equipo de guionistas, el equipo técnico, en sus visitas al plató de rodaje, etc.

Showrunners.3

Mientras Hart Hanson nos muestra en qué consiste su trabajo, podemos asistir a las entrevistas con otros guionistas de series de éxito como:

J.J Abrahams, creador y showrunner de “Felicity”, “Alias” y “Lost & Fringe”, entre otras series (además de director de “Star Trek”, “Super 8” y el episodio VII de ”Stars Wars”), Matthew Carnahan, creador y showrunner de “Trinity”, “Dirt” y “House of Lies, Steven S. Deknight (“Spartacus”), Robert y Michelle King (“The Good Wife”), Damon Lindelof (“Lost” y “The Leftovers”), Ronald D. Moore (“Carnivale”, “Battlestar Galactica”, “Outlander”), Jonathan Nolan y Greg Plageman (“Person of Interest”), Bill Prady (“The Big Bang Theory”), Janet Tamaro (Rizzoli & Isles), Joss Whedon (Buffy Cazavampiros), Shawn Ryan (“The Shield”, “The Chicago Code”) y Kurt Sutter (“Sons of Anarchy”).

Better Call Saul: Los problemas de escribir un spinoff

Better

El guionista Vince Gilligan declaraba en una entrevista para el diario británico The Guardian que el personaje de Saul Goodman (Bob Odenkirk) nació cuando estaba escribiendo el guion de Breaking Bad y el equipo de guionistas pensó que Walter White necesitaba un “consigliere” que fuera para él lo que Tom Hagen era para Michael Corleone en “El Padrino”.

Saul Goodman viste mucho peor que Tom Hagen y la peculiar decoración de su oficina no sería del gusto de la familia Corleone, pero se convirtió en uno de los personajes más divertidos de la serie y esa fue una de las razones que llevaron a Vince Gilligan y Peter Gould a escribir un spinoff de Breaking Bad sobre él: Better Call Saul.

Better.4

En Better Call Saul este abogado liante y de moral “relajada” no es todavía Saul Goodman sino Jimmy McGill y está intentando abrirse camino como letrado aunque sus únicos clientes son jubilados que le contratan para que redacte sus testamentos.

Jimmy admira a su hermano mayor, Charles “Chuck” McGill (Michael McKean), un abogado de gran prestigio, y su afán es que su hermano se sienta orgulloso de él. Pero a Chuck le disgusta el poco respeto que Jimmy tiene por la ley y su afición a hacer trampas con tal de ganar un caso. Esto hace que la relación entre ambos hermanos sufra altibajos.

Tampoco ayuda demasiado el hecho de que Chuck tiene un carácter quisquilloso e inflexible y sufre de hipersensibilidad ultramagnética (al menos, eso asegura él) lo que condiciona su vida y la de Jimmy.

Better.2

Una de las dificultades de escribir un spinoff (serie creada a partir de otra) es que hay que ser consecuente con lo que se dijo del personaje en la serie original y eso puede traer complicaciones.

Es lo que les pasa a los guionistas Vince Gilligan y Peter Gould que, repasando episodios de Breaking Bad, encontraron una frase que no era más que un chiste sin importancia y que ahora les da problemas: En el episodio 4 de la temporada 3, Saul Goodman decía “Pillé a mi segunda esposa follando con mi padrino”.

Los creadores de Better Call Saul ni siquiera recordaban dicha frase pero ahora se encuentran con que van a tener que casar a su protagonista dos veces, como mínimo, a lo largo de la serie.

bcs_309_ms_0124_0314-rt_-_h_2017

Otro problema es que el personaje de Kim Wexler (Rhea Seehorn), la abogada, amiga y medio novia de Jimmy, se ha hecho cada vez más importante en Better Call Saul pero no estaba en Breaking Bad y tendrá que desaparecer tarde o temprano…

Los guionistas aseguran no saber todavía qué hacer con ella: ¿Harán que a Kim no le guste la transformación de Jimmy en Saul y rompa con él? ¿La mandarán de viaje a Europa? ¿La dejarán en coma? ¿La matarán?

1984: La dictadura de lo políticamente correcto

Lo que en “1984” se denomina “crimen mental” es lo que el Ministro de Propaganda de Hitler -Joseph Goebbels- llamaba “lo ideológicamente incorrecto” y lo que nuestros políticos actuales y sus lacayos califican como “políticamente incorrecto”.

En los tres casos el objetivo es el mismo: imponer el pensamiento único sin posibilidad de disentir.

1984.2

La película británica “1984” (Nineteen Eighty-Four) es una adaptación de la novela homónima de George Orwell.

Escrita por los guionistas Jonathan Gems y Michael Radford y dirigida por este último, “1984” transcurre en una sociedad totalitaria gobernada por el Partido Único y por el líder de este, el Gran Hermano, un dictador al que nadie ha visto nunca pero que observa a los ciudadanos a través de innumerables cámaras.

Además de las cámaras que vigilan, el Gran Hermano se sirve de otro arma para controlar a las masas: innumerables pantallas de televisión repiten consignas ideológicas que hay que aceptar como verdades irrefutables si no se quiere ser acusado de “crimen mental”.

1984-1984

 

En “1984” nadie puede evitar ser observado por el Gran Hermano y es imposible desconectar las pantallas que adoctrinan a los individuos y les aleccionan a “pensar correctamente”, es decir: a repetir lo que dice el Partido Único sin cuestionarlo.

Quien se atreve a pensar y, por lo tanto, a disentir es considerado “socialmente inadaptado”, culpable de “crimen mental” y la Policía del Pensamiento actúa rápidamente para corregir y reeducar al individuo “antisocial”.

1984.4

El protagonista de “1984” es Winston Smith (John Hurt), un empleado del Ministerio de la Verdad cuyo trabajo consiste en reescribir la historia para que esta coincida con lo que el Partido Único y el Gran Hermano dicen.

Winston intenta pensar “lo correcto” pero no puede impedir darse cuenta de que la verdad no se corresponde con lo que muestran una y otra vez las pantallas. Se pregunta cómo es posible no ver la realidad por mucho que el Partido Único y la Policía del Pensamiento se empeñen en ello: “¿Cómo puedo evitarlo? ¿Cómo puedo evitar ver lo que tengo delante de mis ojos?” Esa será su perdición.

1984.3

“1984” es una historia triste, incómoda, que transcurre en un mundo gris, pobre, sucio, sin sol… Es una película estéticamente “fea”, con un feísmo intencionado que la llena de desesperanza y desolación.

“1984” no es una película agradable de ver como la novela en la que se basa no es grata de leer, pero la visión de la primera y la lectura de la segunda son imprescindibles para aquel que quiera escaparse de la dictadura del Gran Hermano y desee pensar y opinar por sí mismo.

Sorjonen, ciudad fronteriza

Sorjonen

“Sorjonen” es el título de una serie finlandesa creada por el guionista Miikko Oikkonen y distribuida por Netflix como “Bordertown” (Ciudad Fronteriza).

La serie se inicia con la llegada a la pequeña ciudad finlandesa de Lappeeranta, fronteriza con Rusia, del investigador de la policía Kari Sorjonen (Ville Virtanen), su esposa y su hija adolescente.

Los tres creen que Lappeeranta es una ciudad tranquila en la que podrán empezar una nueva vida más apacible que la que han llevado hasta ahora en la capital de Finlandia, Helsinki.

BT_EPS4_Janina_in_water_Olivia_Ainali-1

Pero a Lappeeranta también ha llegado el crimen, la corrupción política, la codicia y la mafia rusa de la cercana ciudad de San Petersburgo, por lo que la vida de los Sorjonen no será tan plácida como ellos habían supuesto.

Pronto, la familia conocerá a los políticos locales, a Robert Degerman (Janne Virtanen), el hombre más poderoso de la ciudad y dueño de casi toda Lappeeranta, a los compañeros policías del protagonista, entre los que destaca la misteriosa Lena (Anu Sinisalo) que ha trabajado durante años infiltrada en la mafia de San Petersburgo… y Kari Sorjonen descubrirá que su labor como investigador criminal no va a ser, ni mucho menos, tan relajada como él creía.

BT_EPS7_Lena_in_trouble_Anu_Sinisalo_Jan_Tilles-1

Sorjonen tiene una curiosa estructura: Por un lado, existe continuidad en las tramas personales de sus personajes y las relaciones entre ellos a lo largo de toda la primera temporada (y es previsible que continúe así en la segunda), por otra parte, los casos a resolver por Kari Sorjonen y sus compañeros son autoconclusivos pero no terminan en cada episodio sino que duran dos o tres capítulos cada uno.

Es una serie que puede enganchar a los amantes de los thrillers escandinavos por su cuidada estética llena de grises, por la contención y naturalidad de la interpretación de los actores y por la novedad de que la acción transcurra en Finlandia y Rusia y no, como estamos habituados, en Noruega, Dinamarca o Suecia.

Bordertown – Trailer 2017 from Fisher King Production on Vimeo.

La Tercera Ola, fascismo en la escuela

La tercera Ola1

El ser humano es un animal gregario y como tal busca la aprobación de los que le rodean, del grupo al que pertenece. Algunos individuos prefieren pensar por sí mismos pero son los menos.

“La Tercera Ola, fascismo en la escuela” (Lesson Plan: The Story of the Third wave), es un documental que nos hace reflexionar sobre esa necesidad de aprobación y sobre lo peligrosa que puede llegar a ser.

Al inicio de “La Tercera Ola, fascismo en la escuela”, el profesor emérito de la Universidad de Standford dice:

“La pertenencia a un grupo es una de las necesidades humanas más básicas y para satisfacerla somos capaces de pasar del bien al mal, de lo que sabemos correcto y solemos hacer a lo que sabemos que está mal y no deberíamos hacer. Pero lo hacemos porque el grupo nos empuja a ello”.

“Otra característica de la mente humana es que tiene una infinita capacidad para justificar cualquier acción”.

“Los seres humanos racionalizamos más que razonamos. Creemos ser racionales, creemos sopesar nuestras acciones pero lo cierto es que las justificamos a posteriori para que encajen en unos valores sociales aceptables”.

clipwaveclass

“La Tercera Ola, fascismo en la escuela” cuenta un experimento que llevó a cabo un profesor de historia, Ron Jones, con sus estudiantes de la Cubberley High School de Palo Alto, California, en 1967.

Uno de sus alumnos preguntó a Ron Jones cómo era posible que los alemanes hubieran seguido tan fácilmente a Adolf Hitler y el profesor tuvo la idea de recrear algo parecido en clase: lo llamarían “La Tercera Ola”.

Durante una semana, Ron Jones dio a sus alumnos determinadas consignas, frases cortas y sencillas que repetían una y otra vez: “Fuerza mediante la disciplina”, “fuerza mediante la comunidad”, etc.

Inventaron un saludo propio que debían usar sólo entre ellos, no debían hablar de La Tercera Ola con nadie que no fuera miembro de ella, si algún alumno objetaba algo, era expulsado de clase…

En ningún momento Ron Jones dijo si La Tercera Ola era de derechas o de izquierdas ni cuál era su propuesta para una sociedad futura o en qué consistía su ideología, sólo afirmaba que era un movimiento revolucionario que iba a acabar con la corrupción de la sociedad y de los políticos en el poder.

Lesson-Plan-show

Dos o tres estudiantes que se negaron a seguir el experimento porque no les gustaba el cariz que estaba tomando fueron marginados por sus compañeros que sí estaban entusiasmados por pertenecer a La Tercera Ola. Se les unieron voluntariamente alumnos de otras clases e incluso quisieron hacerlo estudiantes de otros dos institutos de la ciudad.

Al final de la semana, La Tercera Ola había llegado tan lejos que el profesor tuvo que acabar con ella porque se le estaba yendo de las manos.

En el documental “La Tercera Ola, fascismo en la escuela”, aparecen algunos de los alumnos que participaron en el experimento y no saben explicarse qué les pasó, cómo llegaron a tal grado de alienación pero todos afirman haber aprendido una gran lección para el resto de su vida: que es muy peligroso seguir al grupo por puro instinto y sin pensar.

3%: De webserie a serie de Netflix

3%

“3%” empezó siendo un proyecto de webserie cuyo episodio piloto fue subido a You Tube por su creador, el guionista Pedro Aguilera, y ha terminado convirtiéndose en la primera serie brasileña producida por Netflix.

Es una serie de ciencia ficción que transcurre en un futuro no muy lejano, en el que la superpoblación y la escasez de recursos han convertido el planeta tierra en algo muy parecido a un gran barrio de favelas brasileño.

3%.3

En “3%” el mundo está dividido en “Este Lado” y “El Otro Lado”.

En “Este Lado” la gente vive miserablemente en chabolas, pasa hambre, apenas tiene agua, viste con harapos…

La única esperanza de los habitantes de “Este Lado” es que, al cumplir los 20 años, tienen la posibilidad de ser seleccionados para realizar una serie de pruebas que, en el caso de ser superadas, les permitirá ir a vivir a “El Otro Lado”. Es una oportunidad única que sólo se les presenta una vez en la vida.

En “El Otro Lado” hay abundancia, riqueza, avances técnicos y de medicina y todos hablan de él como de un paraíso. El problema es que sólo el 3% de los que se presentan al proceso de selección para pasar al “El Otro Lado” superan las pruebas.

3%.2

El primer episodio de “3%” se inicia cuando todos los candidatos se dirigen al gran muro que separa “Este Lado” de “El Otro Lado”. Las puertas de ese muro se abren para dejarles entrar y tiene lugar la primera etapa de la selección: una entrevista personal con alguien de “El Otro Lado” tras la cual muchos serán rechazados.

A los candidatos restantes todavía les queda por delante un largo camino: En determinadas ocasiones deberán formar grupos y aliarse entre ellos para superar a sus adversarios. Otras veces la lucha será individual y todos serán enemigos de todos.

Dictadores cinéfilos: Hitler, Stalin, Mussolini y Franco

Hitler, Stalin, Mussolini y Franco comprendieron la importancia del cine como medio de propaganda política y como tal lo utilizaron para engrandecer sus figuras ante las masas. Pero también fueron grandes cinéfilos:

Hitler.2

Adolf Hitler

El líder del Partido Nazi tenía la costumbre de ver una película cada noche después de cenar. Le gustaban las históricas y las biográficas como “Bismarck” (1940) y “Der Grosse König” (El Gran Rey, 1942), sobre Federico de Prusia.

También era aficionado a las historias situadas en ambientes regionales tradicionales que reflejaban, según él, la verdadera Alemania o… la verdadera España, ya que confesó a la artista Imperio Argentina, en 1937, que había visto tres veces “Nobleza Baturra” (1934) y otras tres “Morena Clara” (1936).

Su aprecio por el cine español fue el que hizo que, durante la Guerra Civil Española, invitara a cineastas del lado franquista a rodar en los estudios germanos.

A Hitler también le gustaban la primera versión de “King Kong” (1933) y “Blancanieves y los Siete Enanitos” de Walt Disney. Hace unos años se encontraron unas pinturas de varios enanitos y de Pinocho firmadas por A. Hitler que se cree que están realizadas por el líder del Tercer Reich.

Adolf Hitler supervisó personalmente la realización de películas destinadas a glorificar la imagen del Partido Nazi y de su propia figura, como las realizadas por la directora Leni Riefenstahl: “Triumph des Willens (El Triunfo de la Voluntad, 1934) y Olimpiada (1936).

Stalin-6

Joseph Stalin

Como Hitler, Joseph Stalin tenía su propia sala de proyección privada y todas las noches, después de cenar, veía una película (a veces varias) con algunos de sus colaboradores más cercanos.

Le gustaban el film protagonizado por Johnny Weismuller en 1934, “Tarzán” y “Tiempos Modernos” (1936) de Charlot.

Cuando, en 1938, S. M. Einsenstein estaba acabando de montar “Alexander Nevsky”, el dictador soviético sentía tal apremio por ver la película que no pudo esperar a que ésta se estrenase y mandó que se la llevaran al Kremlin cuando aún no estaba terminada. Parece ser que le entusiasmó.

No le gustaban nada los westerns y detestaba especialmente a John Wayne hasta el punto de ordenar su asesinato por considerarlo un enemigo del comunismo y representante de lo peor del capitalismo. Agentes del KGB y varias células comunistas intentaron varias veces acabar con la vida del actor hasta que, a la muerte de Stalin, su sucesor Nikita Khrushchev canceló la orden.

Es conocida la afición que Joseph Stalin tenía de mandar hacer “desaparecer” de las fotografías a sus antiguos camaradas cuando él los declaraba traidores a la revolución y enemigos del pueblo. También los hacía desaparecer de las películas, como hizo con Trosky en “Octubre” (1928) de Einsenstein.

mussolini_1

Benito Mussolini

Al dirigente fascista le gustaba el cine y sentía debilidad por actrices como la norteamericana Anita Page (con la que mantuvo correspondencia) o la protagonista de “Éxtasis” (1933), Hedy Lammar.

El hijo de Mussolini, Vittorio (director de la revista “Cinema” y guionista), era el encargado de seleccionar las películas que el dictador y su familia veían en su residencia. La elección no debía de ser muy complicada si es cierto, como se dice, que veían todas las producciones que se exhibían en Italia.

Coincide con Stalin en su gusto por “Tiempos Modernos” e incluso permitió su estreno en Italia, a pesar de las ideas antifascistas de Charlie Chaplin.

En cambio, prohibió la película “Ragazzo” (1933), en la que se cuenta cómo un joven delincuente es rehabilitado por la sección juvenil del partido de Mussolini, porque no quería que la gente pensara que los fascistas provenían de ambientes marginales.

También veía filmes opuestos a su ideología y prohibidos por él mismo en Italia como la película pacifista “Sin Novedad en el Frente” (1930) o El Acorazado Potemkin” (1925).

 

Franco

Francisco Franco

Además de ver cine, a Franco le gustaba hacerlo. Ya en su época en África tenía una cámara con la que filmó la retirada de Xauen y otras experiencias militares. Estas películas se perdieron en 1936 cuando su casa en Madrid fue saqueada. No es difícil encontrar fotografías del dictador filmando con su cámara durante la Guerra Civil (en el Frente del Ebro, por ejemplo) y a lo largo de toda su vida en diferentes ocasiones.

En 1926 participó como actor en la película “La Malcasada”, un film en el que actúan diferentes personalidades de la época como el Conde de Romanones, el General Sanjurjo,  Millán Astray, Alejandro Lerroux, los toreros Belmonte y Sánchez Mejías, los escritores Manuel Machado y Valle Inclán…

También indicó temas a tratar en películas propagandísticas como “Prisioneros de Guerra” (1938), un documental sobre miembros de las Brigadas Internacionales.

Si cuando era militar acostumbraba a ir muchas tardes al cine con su mujer, cuando se convirtió en jefe de estado mandó instalar una sala de proyección en el Palacio del Pardo. En noviembre de 1939, la Dirección Nacional de Cinematografía (DNC), pide a las productoras UFA, Fox y LUCE que envíen cada semana sus noticiarios para que Franco pueda verlos. También veía, claro está, el NODO, además de películas comerciales.

Le gustaban los filmes históricos y los de ambiente militar. Una de sus favoritas era “Beau Geste” (1939) sobre la Legión Extranjera.

Utilizando el seudónimo Jaime de Andrade, escribió el guion de “Raza” (1941) y más tarde intervino en otro proyecto que debía rodarse en la URSS (entonces invadida por los nazis) y cuyo protagonista era un integrante de la División Azul. Pero las derrotas alemanas en el Frente del Este hicieron que se anulase el proyecto.

Restaurante de Medianoche: Historias de Tokio

“Restaurante de Medianoche” (Shinya Shokudo) es una serie de televisión japonesa que podemos ver con subtítulos en español gracias a Netflix.

restaurante

Adaptación de un cómic del mismo título, ganador del 55º premio Shogakukan de manga, la acción de “Restaurante de Medianoche” sucede en un pequeño local que abre a las doce de la noche y cierra a las siete de la mañana.

El protagonista (Kaoru Kobayashi) es el camarero, cocinero y único trabajador del restaurante. Todas las noches cocina un solo plato, el menú del día, pero si alguien le pide otra cosa también la prepara, siempre que tenga los ingredientes o los proporcione el propio cliente.

La  primera temporada de “Restaurante de Medianoche” consta de 10 episodios de unos 24 minutos de duración cada uno y sus historias son sencillas y cotidianas como los personajes que entran en el local.

restaurante4

Cada capítulo tiene el título de un plato de cocina:

En “Sopa de Fideos con Verdura”, un locutor de radio descubre que la taxista que cena junto a él, es la actriz que interpretaba una serie de super héroes que él veía de niño.

En “Perrito de Maíz”, un actor antaño famoso, se siente celoso y se pelea con su ex ayudante que ahora triunfa en la televisión.

En “Cerdo a la Plancha”, una oficinista cena y teje jerseys de lana para los hombres de los que se enamora.

En “Tofu de Huevo”, un niño cree que tiene algo en común con una chica porque a los dos les gusta el tofu de huevo.

restaurante3

Así, plato a plato, cliente a cliente, en “Restaurante de Medianoche” los espectadores entramos en las vidas y los problemas de los personajes a la vez que aprendemos cocina japonesa, ya que el cocinero de la serie nos da la receta del plato estrella de cada episodio, además de explicarnos algún que otro truco para que sepa mejor.

Antes de Morir: Mafia croata, motoristas suecos y narcotráfico internacional

Antes2

Antes de Morir (Innan vi dör) es una serie policíaca sueca con guion de Niklas Rockström y Wilhelm Behrman.

Su protagonista, Hanna, (Marie Richardson) es una policía que trabaja en la Unidad Contra el Crimen Organizado. Es tan estricta en sus principios que detuvo a su único hijo, Christian (Adam Palsson), cuando descubrió que éste traficaba con drogas.

Hanna piensa que su hijo debería comprender que si lo mandó a la cárcel fue por su propio bien, pero Christian opina que su madre es una entrometida que lo ha traicionado.

Christian ha pasado dos años en la cárcel y acaba de ser puesto en libertad cuando comienza Antes de Morir. Evidentemente, la relación entre madre e hijo está muy deteriorada aunque Hanna intenta, sin éxito, recomponerla.

Antes5

Sven, pareja de Hanna y policía como ella, es secuestrado cuando investigaba un asunto de narcotráfico relacionado con una banda de motoristas y poco después aparece su cadáver con muestras de haber sido torturado.

Hanna y otro policía, Björn (Magnus Krepper), se harán cargo del caso que llevaba Sven. Éste tenía un infiltrado al que únicamente conocía él y del que Hanna y Björn sólo saben que se hace llamar “Inez”.

La única manera en que pueden comunicarse con Inez es mediante mensajes telefónicos y nadie en la Unidad Contra el Crimen Organizado sabe de su existencia, ya que Hanna y Björn deciden mantenerlo en secreto pues sospechan que dentro de su grupo hay alguien que pasa información a los narcotraficantes.

Antes4

El hijo de Hanna trabaja en el restaurante de unos croatas, los Mimica, y parece haber encontrado en ellos la relación familiar que no tiene con su madre.

Los Mimica son una familia organizada al más puro estilo mafioso, dedicados al contrabando de drogas y relacionados con la banda de motoristas a la que investiga la protagonista.

Así comienza Antes de Morir. A partir de aquí, la serie combina el suspense y la acción con el desarrollo de las relaciones entre los personajes.

La sensación de peligro, la posibilidad de la muerte, la traición, la venganza, el amor y el desamor conviven en esta excelente serie sueca que es otra muestra de por qué las producciones escandinavas tienen un bien ganado prestigio.

Rillington Place: O te entusiasma o no eres capaz de acabar de verla

Rillington-Place (1)

Rillington Place es una miniserie de televisión de la BBC. Basada en hechos reales ocurridos en las décadas de los 40 y 50 del pasado siglo. Cuenta la historia de John Christie, asesino de, al menos, ocho mujeres a las que estranguló en la casa en la que vivía junto a su esposa, el número 10 de la calle Rillington Place.

La serie consta de tres episodios de una hora de duración cada uno, por lo que se podría decir que es un largometraje de tres horas.

rillington-placeJPG

Cada episodio está contado desde el punto de vista de un personaje:

El primero, lo vemos desde la perspectiva de Ethel (Samantha Morton), la esposa de John Christie (Tim Roth). Ethel es una mujer tradicional, educada en la idea de que cuando una mujer se casa, lo hace para toda la vida.

La convivencia con su marido es tediosa (sí, un asesino en serie puede ser muy aburrido en su vida cotidiana) y Ethel sospecha que en su casa ocurren cosas extrañas, pero apuesta por apoyar a su esposo porque considera que es su deber.

La acción del segundo capítulo está descrita desde la visión de Timothy Evans (Nico Mirallegro), un vecino de los Christie.

El tercero se centra en el protagonista, John Christie.

Rillington-Place (2)

Escrita por Tracey Malone y Ed Whitmore y dirigida por Craig Viveiros, Rillington Place no es la típica historia sobre un asesino en serie: no hay escenas sangrientas, violencia ni demasiada acción física.

Es una de esas historias inglesas en las que parece no estar pasando nada, o casi nada, y el espectador descubre, al final, que sí estaban ocurriendo muchas cosas de las que apenas se hablaba mientras los personajes tomaban el té, paseaban al perrito o tenían conversaciones anodinas.

Los colores saturados de la fotografía, el deterioro y la vejez de los decorados, esos tonos grises y marrones, apagados y asfixiantes, la manera encogida de caminar de John Christie que siempre habla en susurros, la contención tímida de su esposa Ethel… consiguen un clima triste y agobiante que no deja indiferente: o te entusiasma la serie o no eres capaz de acabar de verla. A mí me ha encantado.