En un guion no puede haber elementos inútiles porque todo aquello que no ayude a contar la historia la dispersará y la volverá confusa, le hará perder fuerza, claridad y concentración.
Esto es especialmente importante cuando se trata de los personajes, ya que ellos son las piezas principales con las que tú, guionista, montas ese rompecabezas que es un guion. Por lo tanto, no debe haber personajes inútiles.
¿Cómo sabemos que un personaje es inútil?
Es más sencillo de lo que puede parecer a primera vista: Si tenemos en cuenta que todo personaje debe cumplir una función dramática dentro de la narración, bastará con examinar nuestro guion y preguntarse qué función desempeña cada uno de ellos en la historia: aquel que no cumpla ninguna será un personaje inútil.
Existen cinco funciones dramáticas básicas:
1.- Contar la historia:
Cuando el personaje, con sus acciones, con lo que dice, por cómo reacciona ante las situaciones en las que actúa, por las decisiones que toma y las consecuencias de éstas, provoca conflictos, nos ayuda a comprender el relato, hace que nos interesemos por lo que se nos cuenta y/o hace avanzar el argumento.
2.- Apoyar a un personaje principal:
Cuando sirve para dar profundidad a otro personaje y nos ayuda a conocerlo mejor, a entender qué siente y por qué actúa de la manera en que lo hace.
3.- Comunicar el tema de la historia:
Es decir, ayudar a entender al espectador la “moraleja” o la filosofía de la narración, aquello sobre lo que el autor desea reflexionar.
4.- Realizar acciones necesarias para que avance la trama:
Si el protagonista sube a un taxi, tendrá que haber un taxista que conduzca; si el antagonista compra rifles en el mercado negro, será necesario que haya un traficante de armas que se los venda, etc.
5.- Añadir color y ambiente a la narración:
Si el guion es la biografía de un boxeador, necesitaremos que aparezcan otros boxeadores, entrenadores, y gente que haga “sentir” al espectador que “está” en el mundo del boxeo; si el relato ocurre en la Prehistoria, serán precisos personajes característicos de esa época que con su comportamiento, sus quehaceres o su forma de entender la vida le den un “clima” prehistórico a la película.
Como guionista, debes ser muy estricto en esto si quieres que tu guion sea el mejor guion posible: Nunca debes olvidar que un personaje puede realizar varias de estas funciones dramáticas básicas, pero si no lleva a cabo ninguna, es un personaje inútil y por la tanto hay que eliminarlo.
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