En cualquier clase de película (ya sea un drama, una comedia, una historia de acción o de cualquier otro género) el antagonista es tan importante, o más, que el protagonista.
Y lo es porque el antagonista es el personaje encargado de poner en marcha la historia y mantenerla en movimiento creando conflicto e ideando obstáculos y dificultades que impidan al protagonista alcanzar su objetivo.
Pero si escribes guiones de “bueno contra malo”, “héroe contra villano”, es todavía más necesario que cuides a tu antagonista. Porque en thrillers, películas de terror y similares, la verdadera estrella es, muy a menudo, el villano: Hannibal Lecter, Drácula, Norman Bates, Freddy Krueger…
Por lo tanto, cuando tienes un villano en tu guion, tienes que cuidarlo mucho y, para ello, debes tener en cuenta varios puntos:
1. Que sea un personaje activo
Si hemos dicho que el antagonista es el encargado de poner en marcha la historia y de mantenerla en movimiento, es evidente que tendrá que ser un personaje activo, con iniciativas propias.
El protagonista puede permitirse el lujo de ser reactivo (la mayoría de las veces lo es durante los dos primeros actos de la narración), es decir, puede limitarse a reaccionar ante las acciones del antagonista. Pero éste último necesita llevar la iniciativa, al menos, durante los dos primeros actos.
El punto de giro que nos lleva del segundo acto al tercero puede ser el momento en que el protagonista decide volverse activo obligando con ello al antagonista a ser reactivo.
2. Dale su propia trama
Podemos llamarla “contra-trama” ya que se opone a la principal liderada por el protagonista.
Trabajar bien la trama de tu villano es esencial si quieres conseguir una historia consistente, que no “haga aguas”. No hay que olvidar que es la intención del antagonista (impedir que el protagonista obtenga lo que desea) lo que hace posible la historia que se cuenta.
3. Que tenga objetivos claros
Los objetivos del malvado pueden estar ocultos para el espectador durante gran parte del guion para provocar la curiosidad y el interés, pero deben estar claros para tu antagonista y para ti porque es la única manera de que lo puedas hacer actuar con coherencia.
Que tu villano sepa qué quiere y por qué, aunque el protagonista y el espectador tarden en averiguarlo.
4. Trabaja bien su perfil psicológico para que tenga un comportamiento coherente
Que tu villano no sea un estereotipo plano, dale individualidad convirtiéndolo en un ser humano de carne y hueso (o en un monstruo con personalidad propia).
Puede que sea malvado o que sus acciones nos parezcan reprobables, pero deben tener coherencia. Los actos de Hannibal Lecter son terribles pero siempre actúa dentro de su propia lógica: se comería a su vecino sin dudarlo un momento, pero jamás acompañaría su ágape con un vino que no sea adecuado.
5. Que no sea totalmente malvado
Nadie es totalmente malvado las veinticuatro horas del día. Si quieres que tu antagonista sea creíble, dale algún rasgo que lo humanice.
Incluso si tu villano es un monstruo, ten en cuenta que monstruosidad no implica maldad, sino incapacidad de convivir con la normalidad. Drácula no bebe la sangre de sus víctimas por capricho sino que la necesita para sobrevivir, Freddy Krueger no elige matar, es su naturaleza la que le impulsa a ello.
6. Que no se considere a sí mismo malvado
Los seres humanos acostumbramos a justificar nuestros comportamientos negativos con miles de excusas porque, en el fondo, todos nos consideramos “buenas personas” aunque, muy probablemente, alguna vez habremos hecho daño a alguien de forma consciente o inconsciente. Si quieres que tu villano sea verosímil, hazlo tolerante con sus propias maldades.
7. ¿Cuáles son sus fortalezas, las que lo hacen temible para el protagonista?
Es importante que, cuando trabajes el perfil de tu antagonista, le dediques atención a todo aquello que lo convertirá en una pesadilla para el protagonista y que hará pensar al espectador que es prácticamente imposible vencerle. Eso le dará suspense y tensión a tu historia.
8. ¿Cuáles son sus debilidades?
Aunque, al inicio de la película y durante gran parte de ella, el villano parezca invencible, debe tener algún punto débil, algo que permita al protagonista acabar ganándole la partida de una forma creíble.
Recuerda que, cuanto mejor sea tu villano, más oportunidades de lucirse tendrá tu héroe.
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El villano de mi novela (que ya está escrita y terminada, a la espera de una revisión final) forma parte de una expedición inter-estelar que logra llegar a una colonia humana terraformada, que esta extremadamente lejos y además es de muy difícil acceso, de manera que llevan siglos totalmente aislados. Los habitantes no recuerdan nada de su origen ni del resto del universo, así que los viajeros estelares tienen sobre ellos una ventaja tecnológica apabullante.
Los líderes de la expedición discuten que hacer, como contactar. ¿Tienen derecho a interferir? pero uno de ellos (el villano) decide amotinarse, tomar la nave y luego apoderarse de todo el planeta. Para facilitar su objetivo de conquista, planea fingirse un dios, combinando la tecnología futurista con sus dotes como prestidigitador. De esta manera creará una religión, con una base de seguidores fanáticos, carne de cañón para luchar contra los demás habitantes del planeta.
El villano es hipócrita, rencoroso, egoísta y terriblemente machista. Es muy vanidoso y ególatra, por eso no le basta con gobernar; quiere ser adorado. No desea ser amado, sino adorado y aclamado. También es terriblemente cruel: La primera vez que aparece en escena, asesina a una niña pequeña delante de su madre y luego viola a la madre para divertirse. Ordena la muerte de cientos de sus propios seguidores porque teme que hayan descubierto sus embustes de falso dios. Hace arrasar ciudades enteras que se le resisten.
El villano no posee ideología alguna. No cree hacer lo correcto ni le importa lo más mínimo. Cita a filósofos de extrema derecha que justifican que la fuerza es legitimidad suficiente por si misma. Cuando una de sus antiguas compañeras de trabajo le confronta verbalmente, se ríe de ella y alega que no necesita justificar sus actos porque tiene TODO el poder. Luego decide matarla porque ella le ha rechazado sexualmente.
En el lado positivo, el villano es inteligente, posee amplia cultura general y grandes conocimientos técnicos. No carece de valor físico, y a menudo entra en combate personalmente, y regresa a la lucha incluso tras sufrir heridas graves. Posee fuerte carisma, que emplea para personificar a una deidad y para reclutar a otros tripulantes de su nave y que se amotinen con él. Posee una fuerte voluntad de propósito, pero es capaz de cambiar sus planes segun las circunstancias. Pese a sus jactancias, sabe dosificar sus fuerzas y es capaz de planear una campaña de conquista a largo plazo economizando recursos. Aunque es rencoroso y vengativo, se muestra dispuesto a perdonar e incluso a recompensar a los enemigos que doblen la rodilla ante él, sobre todo si le pueden ser útiles.
Mi villano no tiene un pasado trágico ni un momento de ruptura que le haga caer en el Lado Oscuro. Ha sido así toda la vida, hasta que ciertas circunstancias le dan la oportunidad de mostrarse tal y como es, sin restricciones. Ya sabéis: “si quieres conocer a Fulanito, dale un carguito”. ¿Miedos y debilidades? Es muy ególatra y eso nubla a menudo su buen juicio.
Vaya, me has atrapado. Me encantaría leer esa novela. Parece un villano interesante. No me imagino al héroe o heroína.