1984: La dictadura de lo políticamente correcto

Lo que en “1984” se denomina “crimen mental” es lo que el Ministro de Propaganda de Hitler -Joseph Goebbels- llamaba “lo ideológicamente incorrecto” y lo que nuestros políticos actuales y sus lacayos califican como “políticamente incorrecto”.

En los tres casos el objetivo es el mismo: imponer el pensamiento único sin posibilidad de disentir.

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La película británica “1984” (Nineteen Eighty-Four) es una adaptación de la novela homónima de George Orwell.

Escrita por los guionistas Jonathan Gems y Michael Radford y dirigida por este último, “1984” transcurre en una sociedad totalitaria gobernada por el Partido Único y por el líder de este, el Gran Hermano, un dictador al que nadie ha visto nunca pero que observa a los ciudadanos a través de innumerables cámaras.

Además de las cámaras que vigilan, el Gran Hermano se sirve de otro arma para controlar a las masas: innumerables pantallas de televisión repiten consignas ideológicas que hay que aceptar como verdades irrefutables si no se quiere ser acusado de “crimen mental”.

1984-1984

 

En “1984” nadie puede evitar ser observado por el Gran Hermano y es imposible desconectar las pantallas que adoctrinan a los individuos y les aleccionan a “pensar correctamente”, es decir: a repetir lo que dice el Partido Único sin cuestionarlo.

Quien se atreve a pensar y, por lo tanto, a disentir es considerado “socialmente inadaptado”, culpable de “crimen mental” y la Policía del Pensamiento actúa rápidamente para corregir y reeducar al individuo “antisocial”.

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El protagonista de “1984” es Winston Smith (John Hurt), un empleado del Ministerio de la Verdad cuyo trabajo consiste en reescribir la historia para que esta coincida con lo que el Partido Único y el Gran Hermano dicen.

Winston intenta pensar “lo correcto” pero no puede impedir darse cuenta de que la verdad no se corresponde con lo que muestran una y otra vez las pantallas. Se pregunta cómo es posible no ver la realidad por mucho que el Partido Único y la Policía del Pensamiento se empeñen en ello: “¿Cómo puedo evitarlo? ¿Cómo puedo evitar ver lo que tengo delante de mis ojos?” Esa será su perdición.

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“1984” es una historia triste, incómoda, que transcurre en un mundo gris, pobre, sucio, sin sol… Es una película estéticamente “fea”, con un feísmo intencionado que la llena de desesperanza y desolación.

“1984” no es una película agradable de ver como la novela en la que se basa no es grata de leer, pero la visión de la primera y la lectura de la segunda son imprescindibles para aquel que quiera escaparse de la dictadura del Gran Hermano y desee pensar y opinar por sí mismo.

14 thoughts on “1984: La dictadura de lo políticamente correcto

  1. Antonio Pavón Leal 21 julio, 2017 / 11:54

    Muy buena presentación de la película que me han entrado ganas de volver a ver, que debería verse obligatoriamente cada cierto tiempo o el libro de Orwell leerse, para frenar los deslizamientos totalitarios.
    Tanto la novela como su versión cinematográfica tienen absoluta vigencia. Bastaría con ir cambiando el año progresivamente. Hoy, tal vez con algunos cambios de decorado, su título sería «2017».
    Da escalofríos pensar en la vulnerabilidad del ser humano. Es deprimente constatar lo estúpidamente malo que puede llegar a ser. Buen fin de semana.

  2. Ana M. Vargas 21 julio, 2017 / 12:01

    Gracias, Antonio. La verdad es que «1984» se parece cada vez más a lo que estamos viviendo hoy en día. Estoy de acuerdo contigo en que debería verse la película o leer el libro de forma obligatoria para prevenir totalitarismos. Añadiría la película y el libro «Fahrenheit 451» y la novela «Un Mundo Feliz». Buen fin de semana para ti también.

  3. Ana M. Vargas 21 julio, 2017 / 12:18

    ¡Admitido! Ya puestos, añadiría otro poco conocido -por poco editado- en Europa Occidental: Las memorias de Evgenia Ginzburg, «El Vértigo».
    Era una comunista honrada y sincera que fue detenida un buen día por «traición a la revolución». Como muchos de sus coetáneos era una ferviente revolucionaria y defensora de Stalin, así que pensó que lo suyo era un error y que todas las demás presas sí que eran traidoras a la revolución.
    Cada una de sus compañeras de infortunio pensaba lo mismo: que las demás eran agentes contrarevolucionarios y que lo «suyo» era una equivocación que se resolvería enseguida. En fin, totalmente kafkiano.

  4. Alimrod 24 julio, 2017 / 15:13

    No puedo estar más de acuerdo con tu presentación final. En ocasiones nos resulta muy difícil enfrentarnos a aquello que es capaz de hacernos abrir los ojos, pero es necesario.
    Esta historia (como ocurre con otras) ha conseguido lamentablemente convertirse en un problema atemporal.

    • Ana M. Vargas 24 julio, 2017 / 17:38

      Sí, Alimrod, es difícil enfrentarnos a lo que nos asusta pero es imprescindible hacerlo si queremos sobrevivir a ello. Un saludo.

  5. elcinequellevamosdentro 24 julio, 2017 / 17:34

    Con lo asquerosas que son las cuestiones políticas que sueles traernos, a la par lo imprescindibles que resultan y todo lo interesante que en ellas destacas para hacernos confrontarnos con nuestros propios espejos sociales. Genial esta entrada, muchas granas de volver a ver la película.
    Un abrazo grande Ana.

  6. Ana M. Vargas 24 julio, 2017 / 17:39

    Un abrazo para vosotros, Carlos y Carlos. Gracias por la visita.

  7. sorpresaysuspense 27 julio, 2017 / 09:53

    Estupenda entrada. La película está bien, el libro es una maravilla: «La guerra es la paz», «La libertad es la esclavitud», «La ignorancia es la fuerza». Orwell desnuda como nadie los mecanismos de la propaganda al servicio de la ideología y muestra esa zona de sombras donde el autoengaño suple a la verdad. Aparte de los libros que comentáis sobre el totalitarismo, para mí el fundamental es «Los orígenes del totalitarismo» de Hannah Arendt, un libro revelador como pocos. ¡Saludos!

    • Ana M. Vargas 27 julio, 2017 / 10:47

      Gracias, sorpresaysuspense, por la visita y por la recomendación de «Los orígenes del totalitarismo». Me lo apunto porque no lo he leído y parece muy interesante. Saludos.

  8. Mr. T 28 julio, 2017 / 19:33

    Muy buena entrada. Lamentablemente esa dictadura de lo políticamente correcto lo estamos viviendo en la actualidad con las imposiciones que tanto la izquierda como la derecha imponen en la sociedad, causando que quienes disienten de esas normas sean vistos como parias de la sociedad. Interesante pensar lo que Orwell habría dicho si pudiera ver el mundo actual en que vivimos.

    • Ana M. Vargas 28 julio, 2017 / 20:20

      Creo, amigo Mr. T, que si Orwell levantara la cabeza y viera el mundo actual diría lo que ya dijo cuando vivía: «En un mundo como este, decir la verdad es revolucionario». Cito de memoria y puede que la frase no sea exacta pero el concepto es claro: Aunque ser un disidente esté mal visto, la única esperanza que nos queda es decir la verdad y que cada vez despierte más gente. Un saludo y gracias por la visita y el comentario.

  9. Alberto Mrteh 18 octubre, 2017 / 17:39

    Me ha encantado descubrir hoy este blog. Un abrazo.
    Alberto Mrteh (El zoco del escriba)

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