The Man In The High Castle: Una reflexión sobre la Guerra Fría

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Creada por el guionista Frank Spotnitz y producida por él mismo y por Ridley Scott, The Man in the High Castle (El Hombre en el Castillo), es una serie de Amazon basada en la novela del mismo título de Phillip K. Dick.

The Man In The High Castle es una ucronía, una reconstrucción ficticia de la historia utilizando situaciones hipotéticas.

El argumento se basa en la idea de que los vencedores de la Segunda Guerra Mundial fueron los nazis y los japoneses y que gran parte del planeta quedó dividido en dos grandes bloques:  Uno perteneciente al III Reich y otro bajo el dominio de los Estados Japoneses del Pacífico. Entre ambos quedó una tercera parte llamada la Zona Neutral.

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En The Man In The High Castle los personajes no son “malos” o “buenos” completamente, ni son juzgados por su pertenencia a uno u otro bando. El espectador puede empatizar con John Smith, dirigente nazi pero excelente padre de familia y dispuesto a hacer lo que considera correcto, aunque le perjudique. O sentir simpatía por el ministro japonés de comercio, fiel a su país pero preocupado por los acontecimientos políticos que pueden llevar a una guerra en la que morirían millones de seres humanos.  O identificarse con la protagonista, Julianna, que trabaja para la Resistencia pero no duda en enfrentarse a sus compañeros para salvar la vida de personas que considera que se lo merecen como Joe Blake, el espía alemán; o Thomas, el adolescente nazi al que podrían matar sus correligionarios si descubren que tiene una enfermedad genética.

Asimismo, hay personajes negativos en el bando de los “buenos”: en la Resistencia no todos son idealistas que luchan por la libertad, también hay individuos de turbio pasado que aprovechan la coartada moral de “estar en el lado correcto” para dar rienda suelta a su instinto criminal.

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A pesar de lo que pueda parecer a simple vista, El Hombre del Castillo no especula sobre cómo sería una sociedad gobernada por los nazis y los japoneses, sino que utiliza esa hipótesis para distanciarse y reflexionar sobre la situación geopolítica de los primeros años de la década de los 60, cuando gran parte del mundo estaba divido en dos bloques: uno dominado por la Unión Soviética y el otro por los U.S.A. y existía una tercera zona relativamente “neutral” que era la Europa occidental.

Los dos bloques estaban enfrentados en lo que se llamó la Guerra Fría y la amenaza de que una confrontación bélica entre ambos destruiría gran parte del planeta, hizo que reprimieran a duras penas las ganas de eliminarse mutuamente.

La acción de The Man In The High Castle transcurre en 1962, año en el que Phillip K. Dick publicó la novela en la que se basa la serie. Y no es casual que el libro se publicara en octubre de 1962, mes en el que la Crisis de los Misiles entre Estados Unidos y la Unión Soviética tuvo lugar y momento en el que estuvo a punto de estallar la tercera guerra mundial.

The Man In The High Castle es una reflexión sobre la Guerra Fría.

4 thoughts on “The Man In The High Castle: Una reflexión sobre la Guerra Fría

  1. elcinequellevamosdentro 17 enero, 2017 / 23:03

    A nosotros nos ha encantado la primera temporada de esta maravillosa serie. Su estética también es una elección precisa y muy bien estudiada que resulta a la perfección. Toda la imaginería es asombrosa, los coches, los edificios evolucionando y toda clase de útiles de diseño pro nazi o de procedencia japonesa adaptados a la que en realidad fue la época de los hippies, pero aquí, en esta hipótesis, sin woodstock, ufff, da mucho que pensar. Phillip aún sigue siendo de los que más lejos nos han llevado. A ver hasta dónde nos llevará esta serie modélica este año… cuando salga la segunda temporada. A ver a dónde nos llevará la versión cinematográfica de los androides que quizá soñaban con ovejas eléctricas de Dick, aún tan sólo sabemos el cuando, 2049. No está tan lejos, pero uff, se dice pronto!

    Muchas gracias por recordarnos esta maravilla Ana.

    • Ana M. Vargas 18 enero, 2017 / 00:18

      Gracias a vosotros por la visita. Estoy de acuerdo en que la estética es genial.

  2. Alimrod 18 enero, 2017 / 17:34

    Añadiré esta a mi lista de series pendientes. No conocía la serie ni la novela, pero por lo que cuentas parece muy elaborada. Me gusta lo que cuenta de que no encasillen a los personajes como buenos o malos: en la vida no todo es blanco o negro, hay una amplia gama de grises e imagino que el que traten así a los personajes dará más realismo.
    Gracias por la recomendación!

  3. Ana M. Vargas 18 enero, 2017 / 20:25

    A mí tampoco me gustan los personajes completamente «buenos» o «malos» porque no son reales y acaban siendo caricaturas sin profundidad. Gracias por la visita.

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